Asistencia a las reunionesHe hecho una apuesta con mi vecino Francisco. Nos hemos jugado la cena de esta noche, el que pierda invita. Yo he apostado porque de los 70 propietarios que hay en la comunidad acuden menos de diez a la reunión de hoy y Jaime dice que superamos la veintena.

Quedan cinco minutos para el inicio de la junta y por aquí solo está la presidenta, el vicepresidente y cinco vecinos más. Creo que hoy ceno gratis.

Y es que no hay que ser muy experto para saber que cada vez acuden menos propietarios a las reuniones.

El por qué, se debe a varios motivos:

  • Falta de interés en los temas relacionados con la comunidad:
  • Extensas. Las juntas de propietarios se sabe cuando empiezan, pero no cuando se terminan. Además suelen comenzar en segunda convocatoria, con lo que las personas que acuden a la hora fijada para la primera convocatoria, esperan media hora mas para que de comienzo la reunión. Se penaliza a los puntuales y se premia a los tardones. En algunas comunidades solo se celebra una reunión al año, la junta general ordinaria obligatoria por ley. En esa reunión hay que tratar temas relevantes como son: el cierre del ejercicio actual, la aprobación del presupuesto para el siguiente periodo y la elección de la nueva junta directiva. Si además se quieren tratar otros temas, las dos horas de debate están aseguradas. Cualquier persona que no esté acostumbrada a mantener reuniones, a partir de la media hora, su grado de concentración en los tema tratados disminuye un 40% y a partir de ahí, esa pérdida de interés se va incrementando sin posibilidad de retorno.
  • Poco productivas: mucha información en poco tiempo, debates poco objetivos, contenidos mal planteados y estructurados, temas técnicos… las consecuencias son pocos acuerdos, sensación de pérdida de tiempo e insatisfacción general por parte de los asistentes.
  • Aburridas: se crean debates donde se defienden posturas individuales, problemas personales entre varios vecinos, cada individuo defiende su postura y se mira poco por el bien común. Se crean conversaciones cruzadas, grupos de debate…Se hablan temas tratados años anteriores, aun sin resolver. La sensación del asistente es la de estar viendo la misma película varias veces.
  • Incómodas: se celebran a última hora del día, cuando las personas están más cansadas porque llevan levantadas desde muy temprano y con el ritmo habitual de trabajo. Se desarrollan en el portal de la comunidad, en un garaje o en las zonas comunes. Las personas permanecen de pié, hay niños pequeños llorando, otros más mayores jugando junto a sus padres…  Hay murmullos y no escuchamos bien.  Los datos están en un tamaño diminuto, poco legibles y parecen con conceptos abreviados. El que lo lee tiene que hacer un ejercicio de traducción e interpretación.  Cuando las personas estamos incómodas, es más difícil mantener una adecuada comunicación y sin una buena comunicación amena y fluida, es muy difícil alcanzar buenos acuerdos.
  • Enfrentamientos con vecinos: dejamos de asistir por evitar entrar en discusiones o peleas con algunos vecinos. Después, a lo largo del año, convivimos con ellos en el ascensor, en el portal o en otras dependencias comunitarias. Preferimos mantener las distancias y no entrar en un enfrentamiento directo con nadie.
  • Desconocimiento de los temas tratados: imaginemos como nos sentiríamos si fuéramos a una conferencia de un tema muy técnico y el ponente hablara un idioma desconocido por nosotros. Así se sienten algunas personas cuando acuden a las reuniones de propietarios. No entienden de leyes, de normas, de cuotas de participación o de presupuestos y además se utilizan constantemente tecnicismos. No preguntamos por miedo a que los demás vecinos piensen que soy un inculto.
  • Eludir responsabilidades: algunos propietarios piensan que si no acuden a las reuniones su responsabilidad con la comunidad desaparece. Creen que pueden evitar salir elegidos presidentes o dejar de pagar determinadas derramas. También hay quien no acude para que no le saquen los colores los demás vecinos.

Bueno, va a dar comienzo la junta de hoy. Al final somos ocho propietarios. Este administrador es nuevo, lo elegimos hace un mes y dicen que hace las reuniones diferentes, amenas, cómodas y productivas. Vamos a darle un voto de confianza. Por ahora, estoy viendo la documentación que ha repartido y la cosa promete. Viene todo muy bien estructurado y explicado. Ya os contaré como acaba todo.