Los motivos del cese del administrador de fincas, se deben principalmente a la insatisfacción por parte de algunos de los vecinos en la forma de gestionar la Comunidad y en particular suele originarse por:

  1. Falta de comunicación entre el administrador y los vecinos.  No se informa debidamente ni de forma clara.  Falta de feedback entre ambas partes.
  2. Lentitud en la ejecución de determinadas actividades.  Los tiempos en la puesta en funcionamiento o en la ejecución de trabajos.
  3. Transparencia en las actividades desarrolladas en las comunidades.  Aunque la Junta de Gobierno (presidente, vicepresidente y/o vocales) deben estar informados de todas las gestiones (cumplimiento de presupuestos, financiación, morosidad, gestión general) el resto de los vecinos tienen mayor dificultad para acceder a ello.
  4. Mala ejecución de los trabajos por parte de las empresas que prestan sus servicios en la comunidad.  Una mala elección, derivada en la mayoría de los casos por un ajuste en el precio, puede causar problemas adicionales y partidas presupuestarias no contempladas inicialmente.
  5. Desajustes presupuestarios. Una mala planificación en el  presupuesto anual conlleva desajustes en la gestión.
  6. Falta de anticipación a determinados problemas.  Como se suele decir, es mejor prevenir que curar.
  7. Incumplimiento normativo. No aplicar a tiempo determinadas normas legales, pueden conllevar sanciones  administrativas.
  8. A los vecinos no les gusta el estilo de gestión del administrador.  Cada profesional   tiene una forma diferente de realizar su trabajo y puede que no sea el que la Comunidad va buscando.
  9. Incumplimiento de sus funciones.